domingo, 11 de enero de 2009

LA TERRAZA DE LAS LOCAS 6


Capitulo 6: Qué noche, como dice un amigo, debe ser el Vodka

Comienza un nuevo año y este calor me tiene cada día más desesperado. He pensado varias veces en inscribirme en alguna piscina para poder capearlo, no es que mi edificio no tenga, obvio que si incluido además un gimnasio bastante bien equipado y un sauna; pero pensar en tener que encontrarme con más de alguno de mis vecinos no es una opción atrayente. Recuerdo un cuento de mis abuelos que decía que los primeros doce días de año equivalían a los doce meses, si fuese realmente cierto, este año será muy seco y caluroso. Mientras, no queda más que depender de un aire acondicionado, agua muy fría y noches de carrete para reactivarse.
La fiesta anoche estuvo deluxe. Decidí convencer a la Pilu para partir, pero aún está algo depresiva con lo de Javier –pero a las fiestas electrónicas siempre van los gays, y si aparece Javier; noooo mejor me quedo en casa viendo una peli – fue su respuesta a mi llamada telefónica. –Pero galla, despabílate y salgamos a cazar hombres- insistí
-Nooooo, mejor invita a la Teru que después de lo de Rodrigo anda hecha una suelta- fue la última palabra de mi querida amiga –Ok – respondí –pero estaremos en el Etniko por si te animas, chabela- y me decidí a llamar a la Teru. El comentario de la Pilu no se alejaba mucho de la realidad, después del showcito de las 5 lucas, él que encuentro topísimo; llevaba 2 conquistas en 7 días –ahhhhh pero no me iré a la cama con cualquiera, que se creen – fue las palabras para tranquilizarnos.
-No te vayai a agarrar alguna cosa amiga- como siempre la Pilu preocupándose de nosotros
- Jajajajajaja, tranquilos si siempre protegida y no me refiero a la toallitas con alas jajajajajajaja- nos respondió con una carcajada chillona.
-Bueno si te agarras algo, y no me refiero a un mino, te llevo donde un amigo doctor que ve esas cosas- le dije
–ahhhhhhh, tu amigo el tostadito, yaaaaaaaaaaaaaaa jajajajajajaja- me respondió con cara de picarona. -Cuidadiiiito- le respondí
-Jajajajajajaja, si es talla- me dijo tomándose el pelo. Ese signo era de “que igual lo pensé” en la Teru.
Ella prendió de inmediato para la fiesta. Nos encontramos en el Etniko, no había mucha gente así que decidimos comer algo y empezar con unos tragos. Había promoción de cerveza, 2x1 Tiger; algo que la Teru celebraba –ahí se me nota lo shula jajajajajjaa- decía por su afición por la chelita –pa’na galla quien te dice eso- fue mi respuesta ante tal absurdo comentario –ahora una tipa muerta de borracha por cerveza, eso sí es shulo- y le invité una. Después de un rato la pista comenzó a llenarse. La Teru no era de fiestas electrónicas, pero la veía muy prendida –está bueno el ambiente pa’ que hablar de los minos jajajaja- me decía al oído, ya en ese momento la música inundaba todo el local. David ya tenía a todos prendidos, desde arriba saludaba a quienes llegaban y realizaba su ya clásico saludo de reverencia –él es el famoso David, es soltero espero- fue el comentario de la Teru -cuando baje me lo presentas- ambas frases las escuche toda la noche cuando aparecía alguien por la puerta. Caras nuevas y otras no tanto. La Ale llegó acompañada de Marcelo, Rose Marie y un amigo. Por ahí andaba Yamile, una de las solteras más cotizadas –no sé que le ven a esa tipa, yo creo que soy más regia- me decía casi a gritos la Teru
–Son distintas pero ambas regias – la tranquilizaba.
– ahhhh lo dices porque somos amigos no más- me respondía golpeándome
–noooo, en serio amiga – le contestaba con cara de niño bueno.
Buena música electrónica y excelente ambiente de fiesta, que mejor para terminar la semana. Gente linda disfrutando de los 80’s con sonidos modernos. Depeche Mode, Madonna hasta Raffaella Carrá y otros se entremezclaban con las mezclas electrónica que David, Marcelo y la Ale le agregaban logrando un efecto cautivante y estimulante. Es lo atractivo de la música electrónica puedes bailar sólo, en pareja o en grupo. Puedes saltar, rumbear, sólo mover un brazo o un pie, da lo mismo, a nadie le importa y mientras se sienta el ritmo que produce y la liberación que eso trae, todo es genial. Quienes reniegan de ella y comenta que sólo es punchi-punchi no conocen la verdadera música electrónica, esa que estos muchachos y otros han logrado ir imponiendo en distintas fiestas y locales. Ya avanzaba la noche, llevábamos 3 horas continuas de baile. La cerveza había dejado su paso al vodka, Luciano claro, las energéticas y el agua mineral. La pista estaba cada vez más llena, se sentía el sudor del bailar en cada momento que se rozaba el cuerpo de alguien, miradas iban y venían, cigarrillos encendidos y humos que se vaporizaba entre cortinas rojas, luces multicolores y fotos de cuerpos desnudos.
-Quién es ese mino de pelo largo – me decía la Teru en cada momento –preséntamelo, preséntamelo- me insistía.
-No sé, no lo conozco- le respondía –no tengo por qué conocer a todo mino que llega a la fiesta- ya algo molesto, en tres horas creo que había escuchado por lo menos 20 veces la misma pregunta.
- Uhhhhhhhh estamos de mala, no es mi culpa que ningún mino te pesque- me respondió mientras se alejó a bailar en otro sector. –No te vayas a ir sin mi Teru, cualquier cosa me avisas- trate de gritarle, pero ya la música impedía cualquier conversación.
-Tienes fuego- una voz preguntaba detrás mío. La música no permitía escuchar mucho, menos las conversaciones de carcajadas de algunos, sin embargo esa pregunta sonó fuerte y claro en mis oídos. Al voltear un tipo de aproximadamente 35 años, no más de 1 metro 78 de estatura, ojos almendrados y algo pelado; esperaba que le ofreciera fuego. Una leve sonrisa esbozada con un cigarrillo en la boca, esperando encender. –Sí, claro- fue mi respuesta, nervioso buscaba el encendedor en mis bolsillos. No despegaba mi vista de sus ojos mientras sonreía nerviosamente –dame un minuto que ya lo encuentro- le decía mientras seguía escarbando en mis bolsillos, que ya a esa altura parecían fosas sin fondo.
-Tranquilo, tengo toda la noche para esperarte- me respondió manteniendo esa sonrisa.
Cuando logré encontrar el encendedor, temblaba mientras lo acercaba a su cigarrillo.
-Está muy bueno esto y la música, genial- me dijo acercándose a mi oído derecho para que escuchara mejor.
-Sí, está deluxe, primera vez por acá n- le pregunté. Debía ser así, nunca lo había visto e las noches previas, o quizás nunca le había prestado atención.
-Si, en realidad iba pasando, salí de una cena de negocios y escuche la música, ando sólo así que entré no’más - su voz en mis oídos me hacían olvidar un poco la música del ambiente. Sólo recuerdo algo de la Carrá que venía como anillo al dedo: “En el amor todo es empezar”. Bailamos toda la noche, conversamos y bebimos. Le fui presentando de lejos a todos los miembros de este grupo.
-Mira, ese es David, él de allá Marcelo y la chica de la hermosa sonrisa es la Ale, ellos son los DJs de la noche – cada vez que me acercaba lograba sentir su perfume, Hugo Boss, mezclado con algo de sudor y cigarrillo. –Allá Yamile, Rose Marie, Alejandro- le apuntaba mientras algunos me saludaban o presentaban tragos – Michel, Joaquín, Lennox, etc -
- Ya amigo, me voy, es que conocí a un tipo y te morí lo lindo que es, vamos a otra fiesta que él sabe y después quién jajajajajajaa- la voz de la Teru me sacó del embrujo en que estaba –ahhh sorry, no caché que estabas ocupado- me dijo al oído con algo de picardía –Hola, soy la Teru, amiga de Nico – se le presentó con un beso y un abrazo
-Manuel, un gusto- fue su respuesta. Llevábamos casi 1 hora conversando y no le había preguntado el nombre.
-Uhhhh que voz, bueno un gusto Manuel ya me voy así que me cuidai a este chico, porque si le pasa algo, te juro que te mato- le dijo con cara de seriedad. Me sonrojé ante el comentario y Manuel desfiguró su cara por un momento. Luego sonrió y le respondió –jajajaja, ok no te preocupes lo tendré en cuenta, jajajajajaja-
La Teru se despidió de ambos, sin antes llevarse un buen pellizco en el brazo –aaaahi, si te tengo que cuidar- y se alejó del local. Alcancé a ver que marchaba con un muchacho rubio de cabellera algo desordenada. –Así que Nicolás, te cuida tu amiga- sentí nuevamente esa profunda voz en mis oídos, sólo respondí con una sonrisa y sonrojo, levantando los brazos y bailando. La fiesta siguió su curso, el vodka y la cerveza pasaron varias veces frente a mí, ya empezaban a hacer efecto en mis sentidos y mi estabilidad.

-Te curaste Nico, cómo se te ocurre- fue la pregunta de la Pilu. - Y tu Teru como dejaste que pasara, sabes que Nico no puede manejar y beber, recuerda el accidente que tuvo- ya la Pilu estaba algo enojada.
-Ahhhhh, si yo no soy su mamá y además cuando me fui estaba bien sobrio y acompañado- dijo la Teru, mientras revolvía una ensalada Cesar.
Yo bebía un café bien cargado para poder recuperar energías y despertar. –Sí creo que se me pasaron un poco las copas, y lo peor fue después- le dije a la Teru. La Pilu con cara de indignada comía un ensalada griega.
-Cuéntale a esta lo que te pasó después de la fiestita- me dijo la Pilu, apuntando con la boca a la Teru
-Qué te pasó, te fuiste con el pelaito; cómo se llamaba- preguntó la Teru.
-Uhhhhhh, fue tóxico lo que me pasó galla- le dije mientras bebía los últimos sorbos de mi café –disculpa, me traes otro café doble bien cargado y un agua mineral- le pedí al mesero del local de esta semana. –Cómo no- me respondió.
-Bueno salí del local con Manuel, tipo 5 de la mañana. Debo reconocer que iba algo cura’o. Caminamos a mi auto que estaba a la vuelta y adivina que- le dije a la Teruca mientras le sacaba un poco de coca-cola zero. –No estaba mi auto, mi Audi había desaparecido-
-Noooooo, en serio, te lo robaron. Pero cómo ahora viniste…- preguntaba la Teru
-Espera, deja terminar - la detuve en su pregunta - bueno lo buscamos con Manuel por varias cuadras a la redonda, tocando el botón de la alarma por si me avisaba que estaba ahí - llegó mi café cargado y mi agua mineral – yo ya estaba desesperado, no estaba mi auto por ninguna parte, me lo habían robado los weones-
-Que fuerte, pero no entiendo, si ahora…- volvió a comentar la Teru
-Espérate un poco a que termine toda la historia, no seai acelerada- le dijo al Pelu con su voz de enojo que aún mantenía.
-Bueno, Manuel me empezó a preguntar si realmente yo había venido en auto y sipo, si andaba con las llaves y se las mostrabas. En un momento te empecé a llamar al celu’ pa’ saber si te lo habías llevado, pero ni contestaste-
-Ahhhhh, por eso tengo como 3 llamadas perdidas tuyas, es qué a esa altura yo estaba en la otra fiesta, ni lo sentí- nos dijo la Teru mientras revisaba su celular –ven, acá están tus llamadas-y nos mostraba la pantalla.
-Bueno, después de casi 2 horas de búsqueda, Manuel me llevó en su auto a la primera comisaría a dejar la constancia del robo. Ahí llegué y había varios tipos esperando. Cuando me tocó el turno le explique todo al “paco”

-Mire, yo estaba en una fiesta y cuando salí, me habían robado mi auto. Es un Audi A3 color gris granito, 3 puerta, patente BD XX XX; vengo a dejar la constancia pal seguro- le conté algo tirado en su escritorio, a esa altura el cansancio empezaba a hacer efecto.
-Y estás seguro que no lo dejaste en otro lugar, ca’urito- me respondió con esa amabilidad, sentido de paternidad y comprensión que a algunos les caracteriza y que uno espera recibir en esos momentos. – Mira que varios de estos- me respondió apuntando a los que esperaban en condiciones similares a las mías – están en la misma que tú, y después el auto aparece estacionado cerca del lugar de la fiesta-
-mmmmm, pero yo recorrí varias cuadras, y un Audi no es cualquier auto, es fácil de reconocer- le respondí ya algo ofuscado por su comentario, cómo no iba yo a saber donde lo había dejado, aunque debo reconocer que igual dude en algún momento hasta de si había ido en auto.
-Mire, acá está su papel pa’ que lo lleve al seguro, si lo encuentra tiene que avisar pa’ sacarlo del encargo por robo, ok- su ok retumbó en mi cabeza varios minutos. Salimos con Manuel y me llevó a mi departamento. Después de todo lo ocurrido, no estaba de ánimo para nada más, así que sólo intercambiamos números de celular y nos despedimos.
-Fue un gusto, espero que volvamos a vernos-fue su despedida. –También lo espero y disculpa por el viajecito- le respondí.

-Bueno, aún no entiendo mucho, pero pa’ que no me reten…que más pasó- dijo la Teru, ahora revisando la carta para postres.
-En la tarde llame a Pilu pa’ ir a almorzar algo, ya que tu seguías sin responderme al celular-le dije mientras le mostraba ahora mi blackberry con las llamadas realizadas. –Partimos como a las 3 de la tarde pa’ la Avenida Italia a comer pasta, y después de almorzar caminamos ver unas antigüedades en la calle previa y esta loca me dice “mira ahí hay un Audi igual al tuyo, hasta con el mismo rayón del costado”, lo miro y era mi audiiiiiiiii, me lancé al capot y lo abracé mientras lo besaba-
-Nooooooo, en serio pero que raja, pero cómo llegó ahí- me preguntó la Teru, levantando la mano para llamar al mesero- me trae una ensalada de frutas y otra bebida, la misma- le entregó la carta al mesero.
-Para el resto, algo más-nos preguntó el muchacho. –No, nada más, le respondimos-
-Bueno, no sé cómo llegó, pero estaba ahí con una parte de mal estacionado-
-Pero como llegó ahí, te lo robaron y lo dejaron tirado, le faltaba algo, estaba forzado- insistía la Teru con sus preguntas.
-Nada, todo en su lugar, de hecho estaban mis lentes de sol Armani, mi Ipod, mis CDs y no faltaba nada. No puedo explicar cómo llegó ahí- me bebí el agua de golpe –ufffff que sed. Tengo una laguna mental de cómo pasó eso, pero bueno lo recuperé y eso es lo que importa-terminé de beber hasta la última gota del agua.
-Mmmmmmmm, yo creo que en algún momento se arrancó con alguien y lo dejó ahí; y no se quiere acordar no más jajajajaaja- fue la primera sonrisa de la Pilu en la tarde.
-Jajajajaja, yo también creo lo mismo, porque igual estabas relejos- comentó la Teru.
-Bueno, ahora debo pagar el parte la próxima semana, más barato que comprarme otro auto. De lo que sí estoy seguro, es que no me duele nada, así que no me hicieron nada malo o que yo no haya querido jajajajajajaja-ya el ambiente se había empezado a distender.
-Ohhhhhh, eres un roto Nico, como comentas eso. Pero te puedes sentar sin problemas, no es cierto jajajaajajajaja- la Pilu era la misma de siempre. –Tu Teruca nos debes lo que hiciste esa noche. Ustedes dos juntos son dinamita, tiene que tener cuidado la noche santiaguina-
-Ahhh, por ahora no haré comentarios, mañana sábado vuelvo a verlo, quizás el próximo viernes les cuento-Se recogió el pelo la Teru.
Ya estaba más despejado, pero aún no entiendo que le ocurrió a mi autito. Quizás fui secuestrado por los ET, quizás si me escapé en algún momento, no lo sé. Mientras guardaba mi blackberry recibí un mensaje de texto
“hola como estas, recuperaste el auto? hablemos?...Manuel”
Pagamos y nos despedimos, abrí la guía de contactos y busqué el nombre de Manuel, marqué mensaje de texto y le respondí…

viernes, 2 de enero de 2009

CAPITULO 5: Feliz Año, todo de nuevo


El tráfico que circula por la calle Merced me hacía pensar lo difícil que sería tener un almuerzo tranquilo. Debido al calor y a lo acontecido anoche, Año Nuevo; habíamos decidido trasladarnos de sector para este almuerzo. La Pilu quería estar lo más lejos de Javier, realmente no quería verlo más. Como la Teru estrenaba empleo nuevo, en una oficina de asesoría de imagen en el sector de Lastarria, habíamos decidido almorzar cerca del Bellas. Rodeados del parque y más de algún actor o farandulero que pasara por ahí nos permitiría tener más de un tema de conversación. Acordamos almorzar en el Emporio La Rosa, un local pequeño ubicado en una punta esquina de Merced con Santo Domingo. Nos habían hablado mucho del local especialmente de sus helados con sabores novedosos, la Teru los había probado en el Parque Arauco – bajar al centro, que lata; muchos shulos – fue su comentario hace varios meses atrás y ahora trabajaba en el centro – No es centro yaaaaa, es el sector bohemio de Santiago, algo así como Palermo Soho – explicaba, salvando la situación ante la pregunta de su nuevo empleo.
Llegué más temprano de lo acordado. Había decidido no trabajar hoy, después de levantarme y estar un par de horas en el gimnasio eliminando las calorías y grasas ganadas este fin de año tomé rumbo al local. Hacía muchos años que no recorría el sector, donde por primera vez viví sólo. Todo estaba más cambiado, la calle la habían remodelado, muchos cafés y locales de diseñadores independientes, no era Palermo pero si en algo se podía asimilar, como decía la Teru.
- Desea almorzar o sólo helado – me preguntó el mesero del local. Un tipo alto, algo pálido vestido con un delantal negro; distando mucho del atractivo de Javier.
- mmmm, empezaré con un helado, espero a dos personas más para almorzar, pero será en 30 min creo. Tienes la carta de sabores- respondí, quedando sorprendido ante la mezcla exótica y variada de combinaciones – quiero chocolate jengibre, frutilla pimienta y te verde con mango- fue mi elección.
-No tengo te verde con mango, te ofrezco helado de rosas o nutela, que vendrían bastante bien a lo demás- fue la recomendación del chico. –Ok, aceptado – fue mi respuesta.
Aún estaba secuelado con las fiestas de Año Nuevo. Cómo mi familia es del sur, no había podido pasar estas fiestas con ellos así que decidimos con la Piluca cenar juntos en mi departamento. La Teru cenaría con su familia en San Felipe por lo que no disfrutaría de nuestra agradable compañía. Después de la cena saldríamos a carretear en alguna de las fiestas de Santiago. La Piluca deseaba ir a una fiesta electrónica en el Dominga, yo al Arena por lo que tendríamos que recorrer toda la ciudad. Comenzamos en el Arena, bastantes asistentes y música muy buena aunque mushos cabros chicos. Recordé mis antiguas andanzas en la Skuba. Bailamos los más variados ritmos, fuimos una pareja ideal; en ese sentido la Piluca es como mi alma gemela femenina, probablemente si fuera hetero estaría casado con ella y cuidando muchos cabros chicos, como ella desea. Después de 2 horas decidimos partir al Dominga. No había mucha gente pero el alivio de los tumultos fue bueno. Comimos sushi y bebimos como si en realidad terminara nuestras vidas. Todo bien hasta la llegada de los “pacos” y eso que no era fiesta de disfraces. Una amargada tipa que vive al otro lado de Kennedy había alegado por la fiesta, ya de días previos. Después de un rato abrazábamos a cuantos se nos acercaban, nos reímos de las gallas con hermosos vestidos pero con cuerpos horribles para usarlos, del ebrio que alegaba porque sólo tocaban música electronika y que quería reggaetón y de su despampanante acompañante, la doble de la tía Sonia (mamá de Massu). En eso estábamos cuando recibí la llamada de Iván, un buen amigo de carretes.
-Feliz año compadre- le gritaba. Poco le escuchaba con la música. –Feliz año bonito, donde estás- me respondió.
-En el Dominga con una amiga y tú-
-En bellavista, vente pa’ acá te envío por mensaje la dirección. Está rebueno todo, 15 lucas y bar abierto- me gritaba del otro lado, donde se escucha bastante buena la fiesta. –Le pregunto a mi amiga y te aviso, chabela- respondí. La Pilu prendió de inmediato. Existe una fascinación de las mujeres de ir a fiestas de sus amigos gays. Nos despedimos de la Ale, la verdadera reina de la noche, de Marcelo y un par de conocidos más y partimos a la que sería nuestra última parada. El local era una antigua casadel barrio Bellavista, a nuestro arribo la fiesta estaba re-prendida. Con varias pistas de bailes pero sólo un tipo de música, las divas eran las encargadas de hacer bailar a heteros y gays. Madonna, Cher, K Minogue, Britney Spears, JLo, etc. En una de las pistas Iván y un grupo de amigos y amigas bailaban. Nos dirigimos a saludarnos y después de las correspondientes presentaciones y saludos nos dedicamos con la Pilu a bailar y disfrutar de un ambiente más relajado, por lo menos para mí.


-Vas a terminar hecho un cerdo, cómo se te ocurre estar comiéndote un helado gallo- me dijo la Teru quién llegaba con un bluetooth en la oreja. – Tay hace mucho esperando, es que una que trabaja pos’caurito jajajajajaja.
-Hola amigui, feliz año, que te creí con esa cuestión en la oreja, como que te llegó la tecnología, jajajajajajaja- fue mi comentario. –Cómo lo pasaste- seguí mientras la abracé fuertemente y me ponía a juguetear con su aparatito de la oreja.
-Feliz año también pa’ti, espero que sea mejor y que te agarres a alguien pero que no le guste a la Pilu jajajajajajaja- fue el comentario irónico de quién se había mantenido en silencio desde hacía una semana.
-Yaaaaa no weí, no ves que no se si la Pilu está remal por eso- fue mi respuesta mientras me volvía a sentar. – por qué, qué pasó, se lo dijiste- comenzó el interrogatorio de la Teru
-Noooooo, no hubo necesidad, se dio cuenta sola anoche de que al Javi se le chorreaba el helado jajajajajajaja como a mí, pero estos están exquisitos, querí- le dije mientras le ofrecía una cuchada de mi postre.
-Por qué, que pasó- fue nuevamente la pregunta de la Teru, pero no tuve necesidad de responder. En ese momento llegó la Piluca con un trajecito dos piezas verde agua.
-Uffff, sorry el atraso pero me vine en metro más apretada que sardina, cómo estai Nico, amiga feliz año pero no me dí el abrazo porque estoy más sudada que gorda en sauna- y se sentó abanicándose con unas revistas que como siempre tenía la Teru a mano. –Veo que no han pedido más que un helado o están en el postre-
-No, sólo es un aperitivo mientras llegaban, como estas Pilu- le pregunté acercándole la copa de helados para que se refrescara un poco. –Tay recuperada de la impresión- le pregunté
-Siiiii, que le vamos a hacer, ya he aprendido otra cosa de los gays; que son regios y pucha que bailan bien jajajajajajjaa- su respuesta me tranquilizó y llamé al mesero. –Qué bien amiga, pero además tenemos buen gusto, no me lo podí negar- respondí sonriendo.
-Pucha y uds que se las traen, me van a contar lo que les pasó o yo no les cuento qué onda con Rodrigo y lo que descubrí del car’e Girardi jajajajajajaja- fue su comentario con voz de niña pícara.
-Noooooooo, cuenta que onda-respondimos en coro
-Ahhhhhhhh- fue su exclamación –yo quiero una ensalada griega y una coca zero- dijo con indiferencia al mesero mientras se agarraba su pelo con una cola –ahhhhhh les gustaría saber-
-Jajajajajajaa que densa eres Teru- dijo la Pilu, mientras ojeaba la carta – yo una ensalada con pastrami y pa’ beber, tienes jugo de melón- preguntó mirando al mesero –No, ninguno natural- respondió éste. –Agua mineral sin gas- pidió al final.
Yo miraba la carta, mientras esperaba la historia de la Teru – quedé listo con el helado, así que tráeme un baguette con ricotta y tomate más una coca zero, por favor- entregué la carta al mesero y volví a mirar a la Teru –Ya po, cuéntate que supiste-
-Jajajajja, oka miren-empezó la Teru – desde la navidad que no sabía nada de él, y recién el lunes me envió un mensaje diciéndome que quería juntarse conmigo. Bueno eso lo hicimos el miércoles en la mañana en su departamento. Vive cerca de tuyo Nico, en uno de 1 dormitorio rechico. Allá llegué yo y cuando me abrió la puerta casi me caí de espalda-
-por qué, no estaba sólo o te abrió la otra jajajajajjaa-preguntó la Pilu ironizando
-Noooooo, si estaba en pelota, sólo con unos bóxer de viejo. Me tiritaron hasta los chitecos jajajaajajaja- contaba la Teru, ahora soltándose el pelo. –Bueno, ahí empezamos a hablar, primero le recriminé que no me había llamado y no me había dado mi regalo de navidad, luego me empezó a dar disculpas absurdas sobre unos retiros y el espíritu navideño, todo así sin vestirse más –
-yyyyyyyyy pero por qué desapareció- preguntó la Pilu quien seguía acalorada- sácate esa chaqueta un rato mujer-le dije para que se lograra refrescar.
-Miren, en realidad poco entendía lo que me decía, es que se veía tan rico así que en un arranque de enyeguecimiento paaaaaaaaaa me lancé sobre él y lo empecé a besar ahhhhhhhhhhh estuvo muy bueno – nuevamente se tomó el pelo y levantó los brazos, con signo de satisfacción –Y bueno, cuando terminamos en vez de un cigarro me lo lanzó todo, el cara dura está casado con una tipa en conce y que acá está sólo porque hace una pasantía de no sé qué cosa.
-Pero cómo tan care’ raja, que le dijiste- le pregunté
-Naaa, estaba tan satisfecha que me levanté, me vestí, le dejé un billete de 5 lucas en la cama y le dije que pa’ eso no más sirve. Y me fui- se relajó hacia atrás en la silla y siguió jugando con su pelo –uffffff quedé super – y nos miró con cara de maldad y satisfacción -jajajajaj creo que a uds le hace falta un poco jajajajajajjaa-
Mientras nos servían el almuerzo, una suave brisa nos refresco. Ya la Pilu no sudada y la Teru se había relajado un poco. Terminamos de almorzar y mientras comíamos unos helados llegaba nuestro turno de contar lo sucedido con Javier. –Y con Javier qué onda, cómo cachaste que se le apagaba el calefón- preguntó la Teru a la Piluca.
- De la peor forma, fuimos en la noche con el Nico a bailar a un sucucho de lokas, éste me llevó po-dijo mientras me empujaba con su mano haciéndome un menosprecio –debo confesar que igual quería ir y la música buenísima. Oye Teru, te morí todos los tipos que se pierden en ese mundo, unooooos minos, cómo este po-y volvió a empujarme pero ahora un dejo de cariño.
-Bueno ahí estábamos bailando con unos amigos de este fleto, jajajajajjajaa te lo digo con cariño- me dijo mientras me daba un beso en la mejilla –cuando en la otra pista vi a Javier. Con una polera blanca ajustada y cuellito en V rebajado que resaltaba sus pectorales y bueno sus pelitos del pecho, unos jeans ajustaditos que mostraban su potito redondito y unas piernitas- exponía la Pilu haciendo gestos mostrando lo que iba explicando.
-Uffffff no sigas-le dije, mientras me reía.
-Bueno, enfríate un poco Nico jajajajajajaja. Puedo seguir- me preguntó; yo asentí – bueno, me acerqué a él, yo la más ingenua por no decir otra cosa, pensé que andaba con amigas y que como yo, sólo era un invitado hetero. A casi medio metro de él mientras él bailaba se acercó otro tipo por atrás, le tapo los ojos y le dijo algo al oído y Javier se volteó y le planto el medio besoooooooo. Ahí quedé, pa’dentro, el idiota se me adelantó en lo que pensaba hacer. Me podría haber besado a mi – Con la Teru nos miramos y luego nos dirigimos a la Pilu –estai webiando, no- le preguntamos.
-Jajajajajaja, siiiiiii. Bueno no era pa’mi, más bien pa’ ti. Igual se veía muy lindo anoche. Las cagaste Nico, cómo no te diste cuenta de que él era gay también-
Su pregunta me dejó para adentro. En un segundó pasó por mi mente el decirle toda la verdad o el ocultar mi conocimiento sobre la condición de Javier. Miré a la Teru para pedir apoyo, si sus ojos me decían que no me apoyaría, contaba todo. La Teru comía su helado pero me miró haciendo un gesto de negación. –Es que igual no se le notaba y uno tampoco es infalible. Igual, no era de mi gusto- le respondí tratando de tranquilizar la situación. En mi mente sólo pensaba que realmente la Pilu tenía razón y que si la situación hubiese sido distinta, quizás no estaría sólo.

El tráfico en la zona comenzó a aumentar, más personas circulaban por la esquina, algunos que recuerdo de la noche anterior. El local se empezaba a llenar de desesperados santiaguinos en busca de un refrescante y original helado. Ofrecí a ambas ir a dejar a sus respectivos departamentos en mi auto, a esa hora el metro comienza a sofocar. Estábamos igual que en el primer almuerzo, los tres reunidos y más amigos que nunca, pero aún solos. Bueno, comienza un nuevo año.